Mirar de otra manera

La capacidad de tener una mente abierta y proponerse hacer el ejercicio de ver las cosas desde más de un punto de vista es una herramienta poderosa.  La razón es sencilla: mirar de otra manera implica indagar, investigar, balancear, hacernos preguntas, ponernos en el lugar de otros y usar un poco más nuestra imaginación.

No es difícil deducir que esto nos permitirá poner las cosas en perspectiva, obtener respuestas más amplias, soluciones más creativas, posturas más tolerantes y decisiones mejor respaldadas.

Mirar al mundo con la mirada fresca, como la de un niño o un joven,  sumando ello al criterio que da la experiencia, es un ejercicio de humildad que puede ser muy útil para distintas situaciones en la vida.  Desde corregir un texto, cuando releemos cada frase y nos preguntamos si hay otra forma de decirlo mejor (y es bastante probable que la encontremos), hasta perdonar a alguien (volviendo a analizar la situación, tratando de entender, siendo empáticos), plantearnos un nuevo negocio o resolver una situación laboral o familiar.

Mirar de otra manera nos hace más creativos. Y eso siempre trae cosas buenas. Escribir es también una maravillosa manera de ver de otra forma nuestros propios pensamientos.

¿Quieres darle la vuelta a una situación? Escríbete una carta a ti mismo aconsejándote sobre esa situación o problema, como si quien estuviera en esa situación fuera uno de tus seres queridos.  ¿Qué le dirías? ¿qué le aconsejarías en esta circunstancia? Te sorprenderán los resultados.

Si ese ejercicio no te anima o crees que no te sería útil para esa determinada situación, aquí te dejo otro: Recuerda a la persona más atrevida, valiente, emprendedora, íntegra o sabia que conozcas y responde por escrito: “Si yo fuera… (la persona que tu elijas) ¿cómo reaccionaría, vería o resolvería esta situación?”. Anota todo lo que venga a tu cabeza.

A veces las fortalezas que caracterizan a otro nos pueden resultar muy útiles si entendemos que nosotros también podemos emplear esas fortalezas.

Y no te engañes: estos ejercicios no son ni tan sencillos ni tan complejos como parecen. Pero sólo hay una forma de averiguarlo.

Si quieres saber más de lo que la escritura puede hacer por ti, entérate de lo que hago aquí.

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